Una nueva forma de evaluar el impacto de tu entidad sin ánimo de lucro

La economía del impacto

La economía del impacto es una forma de entender la economía no solo desde el dinero o el beneficio, que reciben o gestionan las organizaciones sin ánimo de lucro, sino desde los cambios positivos reales que logran en la vida de las personas y en su entorno.

Pensemos en una ONG que reparte alimentos: medir cuántos platos entrega es importante, sí. Pero lo realmente transformador es conocer cómo eso ha mejorado la salud, la autoestima o incluso la capacidad de un niño para asistir a la escuela y rendir en sus estudios. Lo importante no es solo el acto de dar, sino el efecto que ese gesto tiene en la vida de los demás.

Esta es la esencia de lo que hoy se conoce como economía del impacto, una forma moderna de valorar y dar visibilidad a los beneficios profundos e intangibles que generan las organizaciones sociales, más allá de sus balances financieros.

El SROI: Social Return on Investment

El SROI (Social Return on Investment, por sus siglas en inglés) es un “indicador”, cada vez más usada en el mundo del tercer sector, para medir el valor social, ambiental y económico generado por cada unidad monetaria invertida en una  entidad sin ánimo de lucro, una actividad o un proyecto.

El SROI es pues una herramienta que mide el valor social, ambiental y económico, generado por cada unidad de dinero invertida en un proyecto o actividad. En otras palabras, es una forma de cuantificar el impacto de una ONG, más allá de los resultados financieros y de la simple rendición de cuentas, asignándole un valor monetario a los beneficios intangibles, como la mejora en la autoestima, la inclusión social o la reducción de la pobreza.

Es decir: ¿Cuánto valor (no solo financiero) estás generando con cada euro que recibe tu ONG?

A través del SROI se pueden cuantificar beneficios que normalmente no tienen precio: la mejora en la autoestima, la integración social, la disminución del abandono escolar o la prevención de la violencia intrafamiliar. Este valor se puede expresar así: “Por cada 1 €, generamos 4 € de impacto social” (SROI = 4:1)

Este tipo de análisis incluye beneficios que no se compran con dinero, pero que son fundamentales para una sociedad justa y humana: salud, educación, paz, familia, dignidad humana, oportunidades, sentido de pertenencia y desarrollo personal.

Aquí te comparto un ejemplo sencillo para que puedas empezar a aplicar este concepto en tu entidad sin ánimo de lucro:

1. Define claramente tu propósito de transformación – No solo el qué haces, sino el para qué.

• “No solo damos clases de refuerzo, ayudamos a que niños en situación de vulnerabilidad no abandonen la escuela.”
• “No solo entregamos paquetes alimentarios, fortalecemos familias que atraviesan crisis.”

2. Identifica los cambios reales que generas – Haz una lista de los impactos que logras en las personas que ayudas. Piensa en:

• ¿Qué sabían antes y ahora saben?
• ¿Qué sufrían antes y ahora han superado?
• ¿Qué tenían antes y ahora han conseguido?

Antes: Un niño en la calle, sin escolarizar. Después de 1 año: Escolarizado, atendido, sonriente, y con hábitos saludables.

3. Intenta asignar un valor a esos cambios – No es fácil al principio, pero puedes usar referencias económicas:

• ¿Cuánto costaría que el Estado atendiera a ese niño en un centro de protección?
• ¿Cuánto vale evitar una intervención médica grave gracias a una buena alimentación?
• ¿Cuánto valor tiene que una persona encuentre empleo y salga de la asistencia social?

4. Haz una estimación del retorno social – Aunque no seas una gran organización asistencial, puedes construir una narrativa sólida:

“Con 10.000 € al año, atendemos a 30 niños que escolarizamos, alimentamos y mantenemos alejados de la calle. Estimamos que el valor social generado es al menos cuatro veces superior: más de 40.000 € en beneficios sociales directos e indirectos.”

¿Qué beneficios tiene adoptar este enfoque? Mejora tu comunicación, pues ya no dices solo “ayudamos a 100 familias”, sino: “Por cada euro que inviertes con nosotros, generamos 3 o 4 euros en valor social.”

Una forma de fortalece tu argumentación ante los donantes, la sociedad y la entidades de cooperación internacional

Los grandes financiadores buscan proyectos medibles y con impacto. El SROI te da datos claros y diferenciales, pero sobre todo te posiciona como una ONG moderna y eficiente.

¿Por qué es tan importante empezar a medir el impacto en nuestras ONG?

 Muchos líderes de entidades sin ánimo de lucro, han operado durante años con criterios de generosidad, buena voluntad y entrega. Todo ello es esencial y sigue siendo el corazón de nuestras obras. Pero en el mundo actual, donde las decisiones de financiación, colaboración y alianza dependen de resultados concretos y verificables, necesitamos herramientas que hablen el idioma de los financiadores de nuestras organizaciones, que son nuestros aliados estratégicos.

No es solo para grandes organizaciones

Aunque al principio parezca que esto es solo para grandes ONG internacionales (y ciertamente lo es), las pequeñas entidades también pueden empezar a medir su impacto, al menos con indicadores sencillos y un lenguaje más orientado a resultados del impacto real, que está teniendo nuestras actuaciones, obras y proyectos.

Lo que enseñamos en nuestro Máster en Fundraising

En el exclusivo Máster en Fundraising, que ofrecemos en el Instituto de Fundraising Católico, no solo enseñamos a captar donativos, sino a construir proyectos con visión estratégica, medibles y sostenibles.

De hecho, cada alumno, acompañado personalmente por Juan Uribe, desarrolla su propia Planificación Estratégica de Fundraising, para que pueda aplicar, de una forma moderna y profesional, no solo este concepto, sino también todos los aspectos prácticos y necesarios, para que tu entidad sin ánimo de lucro fortalezca su financiación y logren una economía vigorosa.